miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Porque amar a un árbol?

“Amo más a un árbol, que a un hombre”
Ludwig van Beethoven.

Con esta frase a manera de introducción, de aquel gran compositor de tiempos anteriores, damos preámbulo a lo que al hombre con el paso de los avances tecnológicos y en pro de esta misma, sin dejar de manifestar que esta ha sido de gran ayuda para el mencionado, ha ido poco a poco olvidando ese amor por naturaleza. Es por eso que de los arboles, el hombre se ha visto beneficiado, puesto que de ahí, se extrae para su uso domestico e industrial desde  madera, papel, etc., no obstante en ese mismo tenor esta la contra parte del ser humano, pues al ir descuidando este beneficio que otorga la madre tierra al hacer un uso excesivo de la tala de árboles.

La mayoría de los habitantes de este nuestro hogar llamado Tierra, sufrimos de conciencia “activa”(pues sabemos, pero no hacemos nada por remediarlo) y tal vez Beethoven, en esa frase de: “amo más a un árbol, que a un hombre”, se engloba todo un concepto de unidad universal, que quiera o no quiera ver el hombre es de su interés, puesto que el árbol es fuente de muchos recursos como el oxigeno, el aire, la reserva de agua, suelo fértil entre otros, de los cuales  el hombre necesita para vivir.

Por los beneficios ambientales que traen consigo los arboles debemos cuidarlos y evitar en la medida de nuestras posibilidades su destrucción masiva a favor y en utilidad de las grandes empresas a las que solo les interesa generar más riquezas sin ver el prejuicio que hacen (o más bien se hacen los desentendidos), que ha mediado o largo plazo; tal vez sea irreversible el daño. Por eso no debemos de olvidar que los arboles proporcionan una mejor calidad de vida tanto a los seres humanos como a la vida silvestre.

Seamos más conscientes de nuestras acciones, porque el ser humano es una potencia para muchas cosas, modos, o circunstancias y en ello se llega al acto. Veamos vas mas allá de la mera forma que es la materia, y observemos con detenimiento la esencia de la naturaleza, porque la pura materia no puede llegar a ser, sin esa substancia que aprehende y hace que eso sea, independientemente de sus atribuciones.

“cuando el hombre ame su verdadera naturaleza como es, y convivía con ella sin alterarla sino mas bien congeniar con la misma, es donde empezara amar todo aquello que el necesite (naturaleza) eso es indudable”

EQUIPO 2

Yaser Enoc  López Beltran
Pastor Mauricio Lozano Castillo
Daniel Azahel
Martin
Juan Alberto
Brayan

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