viernes, 26 de agosto de 2011

APORTACION EQUIPO 4

Agonizando por agua

Recuerdo cuando era niña y mi madre siempre sabía cuándo tocaban las lluvias y cuándo haría frío o calor.  Uno de chiquillo ni cuenta se daba de las cosas pero ah que bonito, cuando llegaba el esperado momento en que comenzaba a caer la deliciosa lluvia que limpiaba las calles, alimentaba a todos los árboles, las plantas y dejaba en el ambiente ese olorcito que evocaba paz y placer a quien lo percibía.  Los niños salíamos felices a la calle a mojarnos, sin miedos ni preocupaciones, sin pensar en que nos arriesgábamos a cosas malas, simplemente disfrutábamos el momento.  Pero ahora uno no sabe qué es lo que pasará al día siguiente.  Los meteorólogos usan toda la tecnología para tratar de descifrar que pasará en nuestra ciudad pero qué difícil es saberlo cuando el planeta ya se enojó y hace lo que quiere con nosotros.  Ahora la Tierra es caprichosa, pues se cansó de tantas oportunidades que nos dio en el pasado y dijo: ¡ya estuvo!  Y créanme, no la culpo.

Todos estamos conectados a la naturaleza y lo que le pasa a uno afecta al otro.  Y nunca hemos querido entender eso a pesar de que es tan simple y tan lógico.  No le puedes quitar algo al mundo sin darle algo a cambio.  Todo tiene su precio y el que nosotros estamos pagando es justo.  Nadie nos obligó a hacer las barbaridades que hemos hecho.

El mundo vive la peor crisis de sequía en muchísimos años.  En Nuevo León muchos municipios sufren por la falta de lluvias en todo lo que va del año, pero no es solo aquí, sino que en muchas partes del mundo se ven casos de intensa sequía y, como consecuencia, hambre.  Tal vez para muchos es un tema que ni siquiera les pasa por la mente pues si llegan a enterarse de algo por el estilo piensan que está pasando al otro lado del mundo pero en verdad está pasando aquí y ahora.  Es nuestra horrible realidad.

Ya muchas veces se nos advirtió que debíamos generar un gran cambio en nuestros hábitos y costumbres para poder frenar la destrucción masiva que estamos ocasionando a nuestro planeta, pero la ambición y la codicia del hombre siempre han sido más fuertes que cualquier otra cosa.  Lamentablemente, ahora estamos viviendo tan solo las consecuencias de nuestros propios actos y es difícil aceptarlo pero merecemos lo que nos pasa.  No hace falta decir que mucha gente ha reaccionado y se ha dado cuenta de los errores que hemos cometido y que seguimos cometiendo con respecto al trato que le damos a nuestro mundo, pero creo que son más los que o no ven o se hacen los que no ven y siguen viviendo la vida sin pensar en las consecuencias, sin importarles nadie más que ellos mismos.  El ser humano se ha quedado con el alma tan vacía que se ha visto en la necesidad de llenar ese vacío con cosas materiales, con prestigio, poder, posesiones, etc., para poder sentir que vale algo, y en la búsqueda de todo esto, ha sacrificado lo más hermoso e importante que tenemos, que es la vida misma, pero no solo nuestra vida sino la del todo, del gran conjunto que forman todos los ecosistemas, todos los seres vivos desde los microorganismos hasta nosotros, que se supone somos los más inteligentes en la cadena… habría que redefinir ese término, ¿no creen? 

Pobres seres humanos, me da tanta pena ver lo que hemos hecho con las cosas tan maravillosas que se nos han dado de manera gratuita, sin pedirnos nada a cambio, dejando a nuestro criterio el modo y la frecuencia con que usamos los recursos, a nuestro placer.  Pero como siempre, el ambicioso hombre, consumidor compulsivo, quiere todo para sí mismo, no puede concebir la idea de compartir, de cuidar, de ser igual a sus demás hermanos, siempre quiere más.  Ahora nos toca sufrir a todos por igual y que feo se siente después de haber tenido abundancia y plenitud.  Ni modo.  Es nuestro castigo.

La sequía en nuestro país

Es lamentable ver como la sequía en nuestro Estado es tan extrema, ya que no estamos preparados para las inclemencias del tiempo, lo que se debería hacer es invertir más en el campo para que no sucedieran estos fenómenos y para poder sobrellevar el fenómeno de EL NIÑO, el cual nació en el mes de Julio del 2009 y se descubrió que es un fenómeno que hace que la zona de nubes que se dedica a migrar al sur de nuestro país, se detiene en el Ecuador evitando que la principal fuente de la humedad llegue a su destino.

Y lamentablemente a México solo le toca la parte seca de la distribución del clima. Al igual que este fenómeno se dedico también a aumentar el déficit de agua en las partes más importantes del territorio nacional y a espantar a los huracanes.

Es triste ver como la gente ve a su ganado morir en cualquier momento a causa de la deshidratación pero al menos si los dueños se dan cuenta a tiempo pueden aprovechar la carne.  Pero lo malo es que cuando se mueren las reses y nadie las ve, los dueños las encuentran unas cuantas horas después y la carne ya esta putrefacta, ya que el calor no ayuda para conservarlas.

Toda esta situación que está viviendo Nuevo León es un problema muy grave en el que está involucrada toda la sociedad en general.  Es decir, porque se les debe inculcar el amor a su naturaleza a seguir preservándola y no a destruirla como se está haciendo por no cuidar el agua.  Además de que como no llueve muy seguido, las sequías son Aún más fuertes y a todos les afecta la en especial a las plantas y a los animalitos.

Además de que es un problema de cultura que toda la sociedad tiene y sigue teniendo y es momento de hacer algo para tratar de corregir un poco ya la situación que nosotros mismos hemos propiciado.

Aportación hecha por el equipo #4.
Alma Delia Muñiz Dávila
Ana Laura Martínez González
Analleli Sanjuanita González de la Cruz
Marielva Carolina Montemayor Ibarra
Mayra Elena Zamora Pimentel

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