lunes, 29 de agosto de 2011

Luz Sustentable


El Programa Luz Sustentable ayuda a familiarizar a las familias mexicanas con tecnologías eficientes de iluminación, con lo cual fortalece la transformación del mercado de lámparas ahorradoras para facilitar la transición hacia la Norma Oficial Mexicana NOM- 028-ENER-2010, la cual establecer límites mínimos de eficacia para lámparas de uso en sectores residencial, comercial, servicios, industrial y alumbrado público.


Las lámparas Fluorescentes Compactas Auto alastradas, mejor conocidas como focos ahorradores, representan una alternativa de iluminación que produce la misma cantidad de luz que un foco incandescente con menor uso de energía y tienen una duración mucho mayor.

El menor consumo de energía eléctrica permite disminuir el gasto de las familias por este servicio y beneficia al medio ambiente, al evitar la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que se producen durante la generación de energía eléctrica con combustibles fósiles.
Se estima que en México cada año las ventas de focos son de alrededor 270 millones de piezas. De ellos, únicamente entre 40 y 50 millones son focos ahorradores tradicionales de 100 watts por lámparas cuyo consumo es de 23 watts cada una.

Ahora vamos a ver los efectos positivos y negativos de estas lamparas de luz incandescente:



Efectos negativos de la lámpara incandescente en el medio ambiente:
Una de las primeras formas para general luz mediante la energía eléctrica, fueron las lámparas incandescentes. La forma en que una lámpara funciona  puede explicarse de una forma sencilla como la siguiente: la corriente eléctrica pasa por un filamento hasta llegar a la temperatura óptima para que se emitan radiaciones que, éstas son visibles por el ojo humano.  Comúnmente se hace uso de dos tipos de lámparas, las que contiene halógeno y las que no lo contienen.


En el hogar la mayoría de las personas aún hacen uso de lámparas incandescentes las cuales tiene efectos negativos en  el ambiente; uno de ellos es la emisión de Co2. Además de que las lámparas incandescentes, denominadas de alta potencia, porque utilizan mucha energía para así emitir la suficiente cantidad lumínica repercuten en cuánto se debe pagar por ésta, y que en la mayoría de los casos, no se utiliza en su totalidad. Casos comunes , por ejemplo , dejar encendidas  no solo una bombilla sino hasta cuatro o más por hogar, por determinados lapsos de tiempo, conlleva no solo un incremento de qué tanto se tiene que pagar en el recibo , sino que además un incremento de contaminación. Pues bien, dicho exceso de uso, por ende, provoca que las centrales eléctricas utilicen más combustible de lo que debería ser y, con ello es producido más contaminantes hacia la atmósfera; el efecto invernadero.
Más allá de ello, las lámparas tienen una intensidad luminosa que afecta la fauna. Es decir, los animales nocturnos. Las aves de pardela, en especial sus crías, al momento de que emprenden vuelo para así poder manipular bien sus extremidades , han sido afectadas por esta cantidad luminosa , a lo cual ha provocado que las mismas crías se pierdan e incluso mueran al estrellarse.


Impacto de las lámparas ahorradoras de en el medio ambiente.

Las lámparas ahorradoras de energía, comúnmente conocidas como LFC,  llegan a hacer uso de hasta un 80% menos que las lámparas comunes e incluso con la misma cantidad lumínica.  Se sabe que éstas lámparas contienen mercurio el cual contamina el medio ambiente , pero no se compara con la cantidad de mercurio contenida en un termómetro , puesto que son solo 2000 miligramos menos mientras que un termómetro tiene incluso mil veces más. Al hace uso de dicha s lámparas, se ahorra una cantidad de no solo trabajo sino el impacto que tiene hacia el medio ambiente, por el ahorro de energía. Al quemarse los combustibles fósiles, éstos emiten mercurio hacia la capa de ozono y gases invernadero. Con las lámparas ahorradoras de energía (LFC) se puede evitar o al menos disminuir las emisiones no solo de gases invernadero sino incluso de mercurio, al medio ambiente. 


Aunque estas lámparas fluorescentes se consideran no solo ahorrativas pero también dañinas para algunas personas fotosensibles, como provocar urticaria o agraviar problemas de piel, que agravien el VIH, la dislexia, o que incluso provoquen cataratas; pero no existen datos exactos que refieran al hecho de que dichas lámparas afecten realmente del todo, por lo cual se descarta en parte cualquier tipo de problema de salud por el uso de lámparas fluorescentes.

Aunque en la actualidad se está llevando a cabo el remplazo de lámparas convencionales por lámparas fluorescentes o ahorrativas de energía en la Unión Europea, con el fin de poder establecer solamente el uso de lámparas ahorradoras y que quede obsoleto el uso de lámparas incandescentes de alto consumo para así reducir las emisiones de Co2, y con ello se espera poder ahorrar energía de al menos la totalidad de Bélgica lo cual equivaldría a solo un 10% de las emisiones de contaminación anuales. Esto comenzó desde el 2010 y se especula termine en el 2012, y como resultado la eliminación de las lámparas incandescentes en su totalidad.
 
Equipo 5
Ana Karen Rodriguez Mendoza
Melissa Ramos Montemayor
Daniel Noriega Garcìa 

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